Merece la pena recordar que el equivalente en ingles de entrenador es coach, un término que proviene de húngaro kocsi, que significa “carruaje”. Lo que buscas no es un amigo o un padre (cosa que puede darse también sin querer), sino alguien con quién emprender un viaje. Los grandes maestros, entrenadores y mentores, como sucede con todas las especies raras, pueden identificarse por una serie de rasgos característicos:
- Te observa atentamente: le interesa saber quién sos, qué es lo que querés, de donde venís, qué te motiva.
- Se orienta continuamente a la acción: prefiere ponerse manos a la obra con algún ejercicio para evaluarte y ayudarte, que perder el tiempo hablando por demás.
- Es honesto, en ocasiones hasta la exageración: te va a decir siempre la verdad, y eso a veces duele. Tenés que entender que no se trata de algo personal, y esa precisamente es la información que te va a servir para mejorar.
Vas a tener que buscar a alguien que se entusiasme en enseñar los aspectos fundamentales de las cosas, los conceptos. Los grandes maestros pasan a menudo sesiones enteras de prácticas abordando cuestiones fundamentales aparentemente sencillas (la manera de tocar una sola nota de guitarra o ejecutar un golpe básico). Puede parecer raro, pero refleja su compresión de una realidad vital: los aspectos básicos constituyen el núcleo de nuestras habilidades, de manera que cuanto más avanzamos, más importante pasan a ser.
Deberás encontrar a quien te enseñe a aplicar los conceptos. En algunos contextos a esto se le llama formar en habilidades y capacidades, en otros “aprendizaje significativo”, y en muchos otros casos basta con ejemplos cercanos al alumno.
En general los maestros en artes marciales enseñan del mismo modo que aprendieron y los alumnos tienden a memorizar técnicas como robots. Estos maestros esperan que el alumno avance por experiencia dando tumbos de un lado a otro a ciegas.
Aprender un repertorio musical de otros artistas, no hace que uno pueda ser considerado un músico completo. Músico es quien entiende las escalas, como está compuesto un acorde y como crearlo. Al entender los fundamentos el músico tiene la capacidad de crear y adaptarse al entorno de infinitas formas. Resumiendo, un buen mentor no debe reducir los conceptos a posibles escenarios, sino ejemplificar con escenarios los conceptos.
Por otro lado debe tener conocimientos en anatomía, fisiología, metodología de entrenamiento y biomecánica. Preguntá si cuenta con alguna certificación.
Si en todo lo demás son iguales, elegí a la persona por la experiencia. No es lo mismo alguien que dedique su vida a una actividad, que alguien que la realice por hooby. La persona que se dedica despierta, come y duerme conectado a dicha habilidad. En otras palabras la respira.
También enseñar es una habilidad que requiere tiempo como cualquier otro talento, por lo tanto si la persona es mayor se supone que tendrá más experiencia. No significa que todos los entrenadores con canas sean genios o que no haya ningún buen profesor de menos de 30 años. Significa que los grandes maestros son, en primer lugar y sobre todo, grandes alumnos que mejoran sus habilidades continuamente.
Estas son algunas de las cuestiones que deberías tener en cuenta:
- ¿Te preguntaste alguna vez si la persona que te entrena ha estudiado algo para llegar dónde está? (no valen diplomas de fin de semana).
- ¿Posee habilidades de comunicación que facilita la interacción?
- ¿Te pidió alguna vez que pruebes o conozcas a otro colega, sin ningún compromiso?
- ¿En función a tus exigencias, necesidades u objetivos con la práctica, puede acreditar que tiene más de X años de experiencia, para cobrar lo que cobra por sus honorarios?
- Si te cobra muy por debajo del precio de mercado, ¿no te preguntaste por qué?
Quizá este cuadro te sirva como guía para orientarte un poco más si buscas un mentor para desarrollar una habilidad:
Sifu Galo Villanueva, cofundador de WT KUNG FU y director de la Academia de WT Recoleta.